precipitado y vuelto a la cornisa

domingo, octubre 26, 2008

Regionalismo vs. universalismo


Estuve leyendo, por razones obvias, Los suicidas de Antonio Di Benedetto (impresionante), y aparte de opinar que, pobres los directivos del colegio aquel donde prohibieron su lectura, quiero hacer un comentario para mis amigos escritores. Comentario que derivó de este libro porque me sorprendió profundamente la escatimación extrema del leguaje con la que está compuesta la prosa. Esto generó una fisura en los conocimientos-pocos por cierto- que tengo de la historia de la literatura argentina, ya que me parecía que este estilo estaba muy alejado de los conceptos que yo conocía del momento histórico contemporáneo de Di Benedetto. Entonces acudí a Breve historia de la literatura argentina de Martín Prieto y me desburré un poco. Ahí me encontré con un comentario sobre literatura regional que es el que quiero compartir con ustedes, ya que este pensamiento comulga con mis ideas. Y también para que podamos debatir en algún otro momento tan agradable como el cafecito que nos tomamos el viernes pasado. Gracias por eso, porque me hizo pensar que aquellos autores que hoy leemos, también se juntaron en cafecitos y se deliraron con estos pensamientos que muchas veces imagino que a mí solamente me inquietan. Saludos a todos y va el texto:

"Esa doble concentración no impidió, sin embargo, que se siguiera produciendo en las provincias un tipo de literatura a la que la historiografía llamó regional aunque, contrariamente al modelo de la litaratura regional, cuya característica distintiva está dada por el uso del lenguaje dialectal o suficientemente diferenciado de la lengua central o hegemónica- como históricamente, en España, lo hicieron la litaratura catalana, vasca o gallega, en relación con la literatura escrita en castellano-, la literatura regional argentina se inscribe, con pocos matices, en el mismo universo lingüístico que la notada como no-regional y entonces su marca de pertenencia la dan solamente sus temas y, como escribe Adolfo Pireto, la abierta intencionalidad con que sus autores buscan destacar el paisaje, el hombre y las costumbres características de un lugar, privilegiando la referencia por encima de la composición".

Por cierto habla de que Di Benedetto había podido tomar distancia de este concepto.

4 Comments:

Blogger Escribir, coleccionar, vivir said...

En realidad lo de "regional" es una etiqueta canónica que coloca a veces la academia, la crítica especializada o algunos escritores consagrados. En un artículo muy interesante, Tomás Eloy Martínez hace referencia a este tema. Su ensayo se llama "El canon argentino". Lo tengo por ahí, si me das un tiempito, te lo tipeo -a lo Hernán- y te lo hago llegar por mail.
Así como Di Benedetto no debería considerarse regional por lo dialectal, tampoco correspondería hacerlo con tantos otros: Saer, Tizón, la Masin... ¡Es el malón de los unitarios... tan señoritos que parecían, reducen a la literatura de provincia a unos cuantos giros lingüísticos, danzas y paisajes!

2:58 p. m.

 
Blogger Hernán Schillagi said...

Sobre este tema, Santiago Sylvester ha escrito un ensayo que levantó una polémica feroz el mes pasado en la Ñ de Clarín. Él habla del efecto metonímico de tomar el todo por la parte en la Literatura de este país. Se habla de "Literatura Argentina" cuando en realidad se hace referencia a una reducida porción de escritores que nacieron/vivieron y publicaron en Buenos Aires. Por eso llama a su ensayo "La Argentina amputada".

Por mi lado, pienso también que esto de lo "regional" es un complejo de inferioridad que acarreamos los "del interior" hace décadas. Imagínense que la materia en la facultad de Letras y en los terciarios no se llama "Literatura Mendocina", sino "Literatura Regional". Un ejemplo claro del temor a sonar soberbios ante los perversos centralistas.

En cuanto al mercado sabemos que para "pegarla" en serio hay que publicar en Buenos Aires y gestionar prensa allí también. Sin embargo, esto no quiere decir que en la "Argentina profunda", como decía Mallea, no se pueda hacer una literatura universal, con lectores interesados y entrenados, y tener una salida más allá del Arco del Desaguadero.

Solamente hay que pensar que estamos en igualdad de condiciones que los porteños, los rosarinos o los cordobeses. En calidad literaria y en gestar una movida grossa. Al menos en poesía no tenemos que envidiarle nada a la engreída "cabeza de Golliat".

8:28 p. m.

 
Blogger Escribir, coleccionar, vivir said...

Diez minutos después postearte, pensé lo mismo que Hernán: qué prejuiciosos serán los curriculistas que le ponen a la materia en los terciarios y en la universidad: "Literatura Regional" en lugar de "mendocina". Y si fuera "regional", ¿no correspondería que dividiéramos el mapa de Argentina en sus regiones y estudiáramos representantes destacados de cada una de ellas? Odio esas etiquetas de los especialistas posmo: literatura de género (o sea femenino, como si las mujeres escribiéramos en otro idioma, ¡por favor!), literatura afro, literatura queer... son todas formas burdas de discriminación.
Lo más sano es ignorar los dictados del canon porteño, trabajar desde nuestro llano -hay mucho por hacer- y no verter ni media lágrima de cocodrilo porque más allá de la General Paz nos ignoran o piensan que escribimos sobre vinos y montañas. Fijate el caso de Di Benedetto, estuvo un año y medio preso en la dictadura, sufrió vejaciones, torturas y no fue ningún amigo escritor de Buenos Aires quien consiguió su exilio. La embajada alemana más una carta del premio nobel Heinrich Böll a Videla fueron quienes lograron su salida. Los alemanes lo adoraban, su Zama estaba a la altura de El tambor de hojalata.
Un buen punto de partida para sacarnos complejos idiotas sería pedir que la materia en donde se estudian autores locales dejara de llamarse "regional".

11:33 p. m.

 
Blogger Silvio said...

En eso de las etiquetas, estoy de acuerdo. Estamos relegados por el monstruo de Buenos Aires. Es culpa nuestra también. En las provincias, al estar la literatura menos mercantilizada, esto produce una falta de filtros. Cualquiera termina publicando y haciendo presentaciones. Esto de la falta de filtros lleva a conceptualizar la literatura fuera de Buenos Aires, así como suena, sin respaldo, por tanto se genera esa conciencia de discriminación.
Tampoco tenemos que perder de vista que la literatura, de parte de las editoriales, es un negocio. Y eso no está mal, porque ellos quieren ganar plata. A mi me gustaría ganar plata escribiendo. Y esta maquinaria empresarial, tiene la ventaja de la distribución y del mercado. Cosa que para nosotros es difícil de abarcar, porque para eso se necesita plata y tiempo. Yo estoy de acuerdo con estas ideologías, y creo que deberíamos poder acceder a esas editoriales de alguna manera. Si entre todos podemos, entonces mejor.
Me gusta eso de que se generan prejuicios acerca de la literatura del interior. Y estoy de acuerdo que en muchas cosas no tenemos nada que envidiarle a nadie. Y que nos ponemos las pilas respecto de eso. Yo digo que alguien nos tiene que escuchar, MIERDA!
Y bueno, no escribo más porque me dan ganas de hacer pasacalles y salir a hacer juntadas y piquetes por la literatura que estamos haciendo.

11:42 a. m.

 

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