precipitado y vuelto a la cornisa

martes, noviembre 10, 2009

Como dice mi amigo, "estúpidos funcionarios"


Llego a la feria para escuchar a Vicente Battista (autor de obras como Siroco y uno de los fundadores de la revista El escarabajo de oro), escritor invitado para hablarnos sobre literatura policial. Pero las cosas están mal planteadas de entrada. No quepo en mi asombro cuando, finalizada la mesa que precede a la de Battista, me desayuno con que no hay espacio para el autor de Gutiérrez a secas, porque se cierra la carpa, y no pareciera que alguien se haya encargado de promocionar su presencia. Los interesados en una charla que nunca comenzará no éramos más de 15. Además, por programa se anunciaba un horario y lugar diferentes de los que señalaban los altoparlantes.

No me queda otra que pensar que la organización de la feria es improvisada, como si nadie estuviese al tanto de la visita de Vicente o nadie se ha ocupado de controlar que las cosas que se han organizado se ejecuten correctamente. Deduzco que el evento no tiene nada que ver con la cultura y que es un mero hecho político donde el objetivo primordial es gastar el presupuesto destinado para el caso y hacer mucho ruido, aunque las cosas no se hagan. Sin embargo, yo sí charlo con Vicente, quien, con su actitud bonachona, me dice: “Son cosas que pasan, simplemente es una desorganización de horarios y, a pesar de todo, debemos festejar un evento así”. Sobre Mendoza comenta que no le es ajena: “Hace unos meses estuve como coordinador de un taller literario organizado por el Fondo Nacional de las Artes y la Secretaría de Cultura de la provincia, donde descubrí que esta es tierra de narradores talentosos, que pasan desapercibidos solamente por las reglas que rigen los grandes mercados editoriales”. De Mendoza, Battista viajará a Chile a presentar su novela Cuadernos del ausente y a dictar una serie de charlas. Tremendo es que el Gobierno gaste en proyectos sin sentido, pero gastar en actividades valiosas que jamás se ejecutan es imperdonable.
Fuente: Diario Uno 10/11/09

4 Comments:

Blogger Hernán Schillagi said...

Amigo: ni me he animado a leer el post anterior sobre "El secreto de sus ojos", ya que no he visto aún la peli y no me quiero enterar de nada, pero nada.

Con respecto a lo que sucedió el domingo en la Feria con el gran Vicente Battista (que fue un gusto conocerlo) tiene más de una "cabecita loca" que se encargó de des-organizar lo fácilmente planificable. Mi mesa (donde se presentó la revista EL Desaguadero y mi nuevo libro) precedía en dos mesas a la de Vicente. Desde un principio estábamos citados a las 20 y nuestras mails decían esa hora. Sin embargo en todos los folletos de la Feria y todos los diarios decía una hora antes. Entre marchas y contramarchas, comenzamos a la hora original, las 20. Y cumplimos religiosamente con la hora y media que nos habían dado. Pero esto fue el desencadenante para que se atrasara todo.

Sin justificar a los encargados de la carpa "Leer en Mendoza" creo que estaban desbordados. Les dan más tareas de las que corresponde y no pueden estar en 5 lados a la vez. ¿Cómo no van a saber que el dueño de la carpa la cerraba a las 22? Es inaudito. Pero si empezás a delegar o ni siquiera sabés dónde estás parado, pasan estas cosas.

Sobran las buenas intenciones en algunos funcionarios. Lo que falta es dinero, organización y gente (paga y que no trabaje de onda).

Pd: no se olvide de citar la fuente. ¡este artículo salió publicado en el diario UNO!

4:40 p. m.

 
Blogger Silvio said...

Es verdad lo de la fuente! Es que se me vuelan los pajaros a veces. Lo de la gente con intención y buena onda, lo comparto plenamente, pero creo que al final terminan pagando los platos rotos. Por eso en la nota se habla de aquellos que debieron fizcalizar que los trabajos se llevaran acabo. Y también pienso que si el presupuesto no alcanza, entonces lo coherente es hacer hasta donde llega el brazo y no pretender aspirar más, por el solo hecho de figurar.

11:09 p. m.

 
Blogger Gloria said...

Qué pena que ocurran estas cosas, pero más pena me da es que este año no pude, ni siquiera visitar la Feria del Libro.
Gracias por el comentario

1:36 a. m.

 
Blogger Escribir, coleccionar, vivir said...

El Fer Toledo a este "affaire Battista" lo detalló con todos sus sinsabores en su columna del Uno (se puede leer en GUÍA DE PERPLEJOS). Primero, nadie en el hotel para recibirlo; segundo, llega a la Feria por motu proprio o como puede; tercero, le iban pagar 1000 pesos por su charla, una cifra irrisoria para un escritor de su talla y una de las pocas figuras de renombre que venían a la feria.
Seguramente en Chile, que en organización de eventos educativos y culturales no sacan muchas cabezas, lo van a tratar como se merece.

Como canta el gran Raphael: "Escándalo, es un escándalo".

11:50 p. m.

 

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