precipitado y vuelto a la cornisa

lunes, julio 06, 2009

Contámela de nuevo


Es domingo, estoy tirado en el sillón de la casa de Juan, cansado y con un poco de fiebre― medio engripado―, entonces miro la biblioteca con poco entusiasmo para ver si encuentro algo que me saque el aburrimiento del día. Descubro entre tantas cosas que no me despiertan mayor interés―no porque no las hubiera sino por mi estado― El beso de la mujer araña. Ah!, me digo, esto debería haberlo leído porque me puede servir para lo que estoy escribiendo. Leo la primera página sin demasiada esperanza y, como quien no quiere la cosa, ya no puedo dejar de leer.
En el marco de una celda, un prisionero político y un homosexual desarrollan una conversación que se extiende más allá de 250 páginas. El prisionero, un hombre por completo dedicado a la causa, es un personaje firme, que sabe lo quiere, que sabe de sus objetivos y de sus ideales. El homosexual, preso por tener un incidente con un menor, en cambio, no tiene demasiado claro quien es, y cuáles son sus valores. Su único objetivo en la vida es salir en libertad para poder cuidar a su madre enferma, lugar que no ha podido abandonar y que evidencian su condición sexual.
Se plantea entonces esta relación entre los procesados que va creciendo a medida que avanza la novela. Y a través de las películas que el homosexual vio cuando niño― hablamos de films de los ’50―, comienza a mostrar todas esas cosas que no sabe de sí mismo.
Las notas al pie, textos científicos y teorías sobre el origen y desarrollo de la homosexualidad, cierran el ciclo, y generan un tríptico conceptual que convierte la novela en un producto impecable. Trama, películas y notas al pie hacen un todo indivisible.
La voz ingenua del homosexual y la visión dura del preso político dan a la prosa una agilidad que nos lleva por una lectura amena, pero no por ello exenta de profundidad. Y estas protagonistas de las películas que Molina narra, nos dan la visión ambigua de los deseos y frustraciones de este personaje.
Sin desperdicios. Manu, te queremos. Yo voy por más, después les cuento.

3 Comments:

Blogger Escribir, coleccionar, vivir said...

Yo la leí hace varios años y el personaje del homosexual da mucha ternura, ese amor que se construye entre los dos a pesar del asco sin fisura y la desconfianza que tiene el militante al comienzo.
Sobre las notas al pie, en un principio parecen farragosas y sin sentido, pero, después te das cuenta que son necesarias para completar la ficción, para darle la esfericidad que todo relato debe tener.

Hay una peli argentina, MAS QUE UN HOMBRE, que le roba de lindo a la línea básica argumental del BESO DE... Pero a pesar de estar dirigida por Dady Brieva -lo que inevitablemente crea un prejuicio-, este afano evidente, es muy buena y el protagonista Luis Ziembrowski lleva adelante escenas geniales.

12:37 p. m.

 
Blogger Silvio said...

Interesante tu dato sobre esa peli. Yo por el momento intento conseguir la de Babenco para ver que onda, porque en su momento no la vi. Ahora estoy leyendo boquitas pintadas y me parece genial hasta donde voy.

10:38 p. m.

 
Blogger sergio said...

Silvio: veo que se está pegando un atracón con Manuel. Qué envidia me da!!Digo, yo lo tuve hace rato y me gustaría haberlo olvidado todo para entrar nuevamente con ingenuidad allí. Lo imposible del asunto es el origen de la envidia. Para seguir: creo que Sangre de amor correspondido es una exquisitez.

9:07 p. m.

 

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