Los censores

Después de una velada que se extendió hasta las tres de la mañana con la excusa de expresar las opiniones que cada uno bltuvo al leer lo último de mi producción, resuno que tengo críticos de lujo. De lujo no sólo por el aporte que ha sido muy bienvenido y que ya me ha puesto nuevas ideas en la cabeza, sino también por el empeño y el cariño con que abordaron la tarea, o el esfuerzo si vamos a decir que el manuscrito tenía solamente una pasada de corrección somera.
Mis críticos hicieron apuntes para no olvidar sus apreciaciones, hasta investigaron en internet la veracidad de algunos personajes con raros peinados nuevos, y opinaron y discutieron alrededor de una mesa en la que fueron convidados, no intencionalmente?,con delicias que los tentaran a expresar solo comentarios de alabanza. Pero a pesar de presentar nuevos platos antes de que pudieran terminar los anteriores, mis críticos no cedieron ante las tentaciones y hablaron con honestidad marcando los desaciertos, rescatando las virtudes, y como si esto fuera poco, largando algunas ideas para el pulido necesario.
Yo estoy de más agradecido. Por lo serio de la tarea, y por poder tenerlos cerca como amigos.