
No quiero caer en el lugar común de brindar a diestra y siniestra deseos de felicidades. Por eso me voy a inclinar a contarles que ante estas fechas, siempre cercanas a final del año, por ahí lo mejor es hacer un recuento de las metas logradas, y de aquellas que uno empieza a planear. Así, los nostálgicos dejan un poco de lado el pesar, y más que un tiempo que se va, se pueden pensar como que simplemente han llelgado a una posta en un camino que todavía sigue. Los que están contentos, entonces pueden hacer su evaluación, aprender de sus errores y satisfacerce con sus logros.
Por mi parte, gracias a todos los que me aydaron desde su propio lugar a avanzar un poquito más en esta tarea de escribir. Me sentí muy acompañado, por quienes se subieron al barco de este proyecto, por quienes depositaron confianza y se animaron a leer, por los que me alentaron sin saber de qué se trataba, por los que pusieron las manos, y por los que pusieron las palabras.
Se sintió que propuse un viaje, y todos los invitados se subieron a este barco.
Podríamos juntarnos esta noche a cenar con el capitán, eso sería glamoroso. Ahí brindamos. No por la navidad, esa sería la excusa. Brindaríamos por seguir adelante.
Y no me reten si estoy poco productivo. Es fin de año. También descanso o me complico con otras cosas.
Besos a todos.